En el laboratorio de ciencias Michelle Noxos trataba en vano de desvelar el misterio de la carga que había en la bahía de la Hood. Habían hecho varias pruebas al material para tratar de encontrar un punto al que agarrarse. Habían cortado un trozo de la pared de la sonda asegurándose que no tuviera inscripciones y le habían practicado todas las pruebas metalúrgicas que se les habían ocurrido sin hallar nada fuera de lo normal.
- Subteniente Eloy, ¿algún avance con las pruebas de esfuerzo?
- Si comandante, las condiciones de esfuerzo del material son las esperadas, no hay nada fuera de lo común.
Mientras Michelle revisaba los gráficos la puerta del laboratorio se abrió dando paso a un joven vestido con uniforme azul. Se acercó a Michelle con sigilo para observar por encima de su hombro.
- ¡Comandante!
Con un salto de sorpresa Michelle casi le da un cabezazo al doctor que estaba de pie detrás de ella.
- Doctor, ¿no duerme usted?
- No a esta hora, generalmente duermo en la noche.
- ¿En la noche? ¿Qué hora es?
- Las 600 horas de acuerdo con el reloj de la computadora, el tiempo suele pasar caprichosamente cuando no se descansa lo suficiente.
Sin embargo Michelle ya no le prestaba atención, súbitamente había sabido que estaban enfocando mal el problema.
- Eloy, ¿hicieron una datación del material?
- Aun no comandante.
- Haga una ahora mismo. ¿Cuánto tomará?
- Unos minutos solamente.
- Bien, proceda. Doctor, ha sido usted de gran ayuda, y antes de que me pida que duerma un poco creo que debería ayudarme con algo, traiga sus equipos de análisis, quiero que revise si en esta sonda hay algún rastro biológico.
- ¿Biológico? – el doctor lucía confundido
- Si Doctor, biológico. Creo que el tema de la metalurgia es un poco estéril a estas alturas, lo mejor será que revisemos bajo otro enfoque.
Cinco minutos después el doctor estaba frotando y raspando por los espacios irregulares de la sonda donde debía haber una mayor posibilidad de conservación de materia orgánica y depositando en tubos de ensayo palitos de algodón con el resultado de sus fricciones, se proponía realizar un cultivo. Al otro lado uno de sus asistentes verificaba con luces de distinto espectro la superficie en busca de contaminación biológica.
- Comandante, tengo los resultados de la datación, este objeto tiene aproximadamente 700 años, no ha sido fácil porque su curva de decaimiento es anómala dada la aleación con poliduranium.
- Es comprensible, esto por fin nos da un dato a que aferrarnos, este objeto no parece tener un sistema de propulsión. Supongamos que se desplazaba debido a un impulso externo, ¿a qué velocidad se desintegraría?
- Sin un escudo deflector o campos de energía, probablemente a un décimo de la velocidad de la luz – dijo tras una breve pausa para calcular
- ¿Curiosamente resistente no lo cree Eloy?
Desde la sonda escuchó una exclamación.
- ¡Comandante! ¡Rápido, venga!
Noxos se apresuró a acercarse al asistente del doctor.
- Creo que aquí tenemos algo, es una mancha muy pequeña como de una salpicadura, estoy muy seguro de que es sangre con base de hierro, muy probablemente con un equivalente a la hemoglobina humana, hay otras pocas manchas conservadas en los surcos de la superficie, las demás deben hacer sido borradas por el polvo espacial.
- Pero con la pequeña concentración de polvo estelar ¿cómo pudieron borrarse?
- Es simple comandante, con mucho tiempo de exposición.
- Digamos unos 700 años.
- Es probable.
La mente de Noxos se iluminó de repente como si un rompecabezas se armara en su cabeza. Activo su comunicador con decisión.
- Comandante Noxos al Capitán. Señor, debemos dirigirnos al sector Arbazan.
Continuara...
Continuara...
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