martes, 4 de septiembre de 2018

5 cosas que hizo DS9 para reinventar Star Trek - Parte 5

Intencionalmente política.

A través de los años Star Trek ha tomado varias formas y por ende los aficionados van hacia una u otra serie por diferentes razones, personalmente prefiero una versión de Star Trek progresiva y luminosa por decirlo así (por eso soy un fan acérrimo de TNG), pero algunos de sus mejores capítulos fueron pesados ​​como comentarios sociales.

Por eso no sorprende que Deep Space Nine sea más abiertamente política que cualquier otra serie, pero DS9 no se limitó a producir una fina alegoría de críticas sociales. La serie desde un principio se basó en las razones  por la cual la Flota Estelar tomó el mando sobre la estación y por qué comandante Sisko fue enviado allí en primer lugar. La idea era ayudar a reconstruir Bajor después del final de la ocupación de los Cardassianos, los cuales  habían dejado millones de Bajoranos  muertos. Los Bajoranos al estar tan estrechamente identificados con la religión y los Cardassianos que promovían un gobierno que es tan inconfundiblemente fascista que es fácil pensar que la ocupación es una alegoría para el Holocausto.

Pero la verdad es que nuestra historia está tan llena de naciones poderosas explotando a las menos favorecidas que la ocupación puede representar cualquiera, el imperialismo británico, la dominación soviética de Europa del este después de la segunda guerra mundial, etc. DS9 exploró varias consecuencias de la ocupación con episodios como “Tiempo pasado” (ST:DS9 Past Tense 3x11, 3x12) en el cual Sisko, Dax y Bashir son transportados accidentalmente atrás en el tiempo al siglo 21 a San Francisco donde se encuentran cara a con los desastrosos resultados de la desigualdad económica o “Más allá de las estrellas (ST: DS9 Far Beyond the Stars 6x13) donde se muestra el racismo más directamente que cualquier otro episodio emitido antes o después.

Por supuesto DS9 también tenía momentos mucho más “light” donde había  mas suspenso o acción o simplemente la construcción personajes. Pero como la serie debe ser tomada como un todo, DS9 desde el primer episodio hasta por último fue mucho más que  un espectáculo sobre humanos y alienígenas viviendo juntos en una estación espacial o el tener aventuras fantásticas en toda la galaxia, DS9 tenía cosas que decir, y no solo sobre el mundo imaginario que mostraba sino nuestro propio mundo mostrándonos como sus personajes luchan con sus problemas y como de una u otra manera nos vemos reflejados en ellos, mostrando que un mundo perfecto no es posible pero que si podemos hacer un mundo mejor.

Y esa es la pura esencia de Star Trek.


Bueno... con esta entrega llegamos al final de las 5 partes dedicadas a Star Trek: Deep Space Nine por su 25 aniversario. Estas publicaciones han estado llenas de datos curiosos que la mayoría conocíamos y otros tantos más sutiles que tal vez muchos pasamos por alto. Deep Space Nine es una muy buena serie, y digna sucesora de las que la precedieron.

Basado en el vídeo de Steve Shives en Youtube

Retorno al Puente - Capítulo 16 - La balanza

*****
Una sola figura se encontraba en medio de un espacio sin forma, lleno de luz blanca brillante que parecía transparentar su piel. Sus brazos se extendían y su cabeza estaba recostada viendo hacia arriba. Súbitamente la luz se apagó y solo quedo la oscuridad. Una voz se escuchó

- Es tiempo

*****
El equipo de salida había bajado de la lanzadera y caminaba por el desierto de Tyree. Marla Miranda llevaba un tricorder en su mano y buscaba un rastro al que asirse. Michelle Noxos caminaba a su lado cubriéndose la nariz con su capa intentando no respirar el polvo que se levantaba por la suave brisa que los enfrentaba. Yvette y Pierre caminaban juntos en medio del grupo. Por más que insistieron el capitán no había permitido que Rene y Maurice bajaran, era una situación inesperada. Cerraban la marcha El capitán Harriman, el teniente Rogers y Oroth. Habían tenido que bajar en lanzadera porque el transportador no podía fijar nada en Tyree, sus partículas se habrían dispersado como la arena que cubría el planeta. Por un momento la idea de que cada grano de arena era una pequeña partícula de una persona cruzo por la mente de Harriman y se preguntó ¿cuántos humanoides se requerirían para hacer tanta arena? Sin darse cuenta sus ojos se fijaron en la espalda de Marla, ni siquiera su uniforme de desierto era capaz de borrar sus suaves curvas, sus caderas se contoneaban con cada paso y se daba cuenta de cómo sus hombros bailaban suavemente al ritmo de su caminar, sonrió como un adolescente y casi de inmediato el recuerdo de Demora Sulu llegó a su mente. 
El día después de la misión donde casi muere fue a la enfermería para tomar sus manos mientras estaba aún inconsciente, lloró junto a ella y el único testigo, el doctor Shong, le dio su silencio complice como el mejor regalo de lealtad que recibiría Harriman en su vida. Demora finalmente despertó y se recuperó, pero cuando fue en busca de Harriman este había construido una barrera infranqueable que terminó por alejar a Demora quien prefirió irse antes de ver su carrera truncada por el amor incontenible de un hombre que temía que sus decisiones le costaran la vida. Demora se fue sin despedirse y el único recuerdo que dejó fue una abolladura en el casco de la nave que Harriman se negó a reparar. Ahora la abolladura no estaba y al parecer las grietas de su corazón habían dejado entrar a Marla, sentía que su historia se repetía, se condenaba a la soledad del capitán de la Enterprise, una especie de mito espacial que pesaba sobre quien se sentaba en esa silla, era mejor estar solo que enviar a la mujer que amas a una muerte probable. Se preguntó si algún día un capitán de la Enterprise sería responsable de la muerte de su esposa y le dolió tanto que se esforzó en continuar su caminata hacia ninguna parte. 

Habían caminado un par de horas cuando divisaron unas salientes rocosas y decidieron acercarse para tumbarse un rato en la sombra, diez minutos después llegaban al borde de un corto precipicio que parecía una pared salida de la nada. Rogers y Oroth decidieron rodearlo para ver que había al otro lado y desaparecieron por el borde izquierdo. Los demás se sentaron a la sombra y empezaron a beber su ración de agua.

- Capitán, esto es una locura, estamos caminando por el medio de un desierto rumbo a ningún lado esperando una señal, ¿Qué sentido tiene eso?
- Ojalá lo supiera Michelle, pero dígame, ¿No siente usted el impulso de hacerlo?

Ella asintió con gravedad.

- Pierre, ¿cómo se siente?

- Cansado capitán, pero la expectativa me mantiene alerta, creo que Yvette está un poco más cansada, ¿no es así?
Nadie respondió, el agotamiento debió haber vencido a la mujer que no estaba acostumbrada a este tipo de ejercicios, pero cuando Pierre se giró para verla no la encontró.

- ¡Yvette no está!

Todos se pusieron en pie de un salto.

- Papá, ¿estás seguro que Yvette se sentó a tu lado?

- Completamente, yo la ayudé a recostarse.

- ¿Puede haberse ido con Oroth y Rogers?

- Es posible pero no recuerdo haber visto tres personas partir.

De pronto las agitadas voces de Rogers y Oroth se escucharon por la derecha.

- Capitán, hay una escalera del otro lado, es una escalera que lleva a la cima de estas rocas.

- ¿Yvette Picard está con ustedes?

- No capitán, la dejamos aquí al partir.

Yvette había desaparecido y los equipos electrónicos no permitían localizar a nadie a más de 3 metros.

- Marla, ¿podemos buscar rastros de por donde se fue?

- Lo intento capitán pero la interferencia es muy fuerte.

- Subiré a las rocas, es posible que desde allí pueda ver su rastro o verla en la distancia.

- Iremos con usted.

- Si pueden igualar mi paso, Oroth, encárguese de Pierre.

Harriman corrió alrededor de las rocas hasta encontrar la empinada escalera que conducía a la cima y empezó a trepar con paso ágil. No eran muy altas, quizá unos 100 metros nada más, pero se le hacían kilómetros por lo que tardaba, su equipo lo seguía pero iban quedándose rezagados rápidamente, para cuando le faltaban 10 metros de subida ya no los escuchaba.

Cuando llegó a la cima se encontró con una planicie casi totalmente lisa que claramente no podía ser natural, en el centro de esta se encontraba una especie de altar, y en el altar, para su sorpresa, vio dos figuras de pie, una con uniforme federal y una mujer. Corrió al centro de la planicie antes de darse cuenta de que las dos personas estaban una frente a la otra en una muda contemplación inmóvil que parecía no terminar. Cuando estuvo muy cerca se dio cuenta que sus ojos estaban cerrados. ¡Eran T'rel e Yvette Picard!

Se detuvo a contemplar la escena sin comprender que estaba pasando, solo cuando estuvieron al alcance de su mano los ojos de T'rel se abrieron.

- Capitán John Harriman – dijo una voz que no podría haber sido humana.

- Capitán T'rel

- No soy el capitán T'rel, pero mi nombre no es para sus oídos. Debe decidir de qué lado se inclinará la balanza.
Harriman pudo observar como un vivido color rojo se asomaba por los ojos de T'rel cuyo cuerpo parecía estar brillando en un leve tono rojizo. Volteo para ver a Yvette Picard y observo como esta lo observaba con profundos ojos de brillo azul mientras su cuerpo resplandecía con un suave brillo celeste.

- Es hora de que decida a qué lado se inclinará la balanza capitán – dijo otra voz sobre humana que salía de la boca de Yvette.

- ¡No sé qué tengo que decidir! – gritó Harriman para hacerse oír sobre el rugido del viento que acababa de empezar a soplar con fuerza.

Ambos extendieron una mano hacia Harriman.

- ¿Qué pasa si toco sus manos? - preguntó

- Entenderá nuestros puntos de vista – dijo la mujer.

- ¿Pero eso no es desequilibrar la balanza?

- Solo el conocimiento puede decidir a qué lado se inclinará la balanza.

Harriman estiro ambas manos para tocarlas al tiempo.

- No capitán, primero una y luego la otra – dijo el vulcano.

Harriman estiro su mano hacia Yvette decidido a tocarla, pero noto una sonrisa en el rostro de T'rel así que decidió tomar su mano primero.

Estaba en un campo de batalla cubierto de gente muerta, vio a lo lejos como los cadáveres eran recogidos por seres mecánicos que los apilaban sobre planchas antigravitacionales y se los llevaban. Se acercó a uno de ellos y trato de hablarles pero ningún sonido salió de su garganta. Los veía trabajar mecánicamente pero sin duda era humanoides, se acercó a la plancha más cercana y vio el cuerpo de Demora Sulu tirado sin vida sobre una pila de cadáveres. Quiso gritar pero su voz no respondió, corrió en la otra dirección y de pronto todos desaparecieron y en ese campo apareció un monumento de un hombre que debía ser muy importante, se acercó para verlo y encontró una placa.

“Irino Valente, el general de la reconstrucción. Tras la caída de 2367, las fuerzas diezmadas de la Federación unida de planetas se vieron en la necesidad de buscar nuevas estrategias de sobrevivencia. El general Valente permitió que en tan solo 30 años se reconstruyera un imperio más sabio, más fuerte y dejó atrás la abrumadora realidad de la nobleza y la diplomacia que había llevado a la primera Federación Unida de Planetas al fracaso. Su incapacidad de reconocer un enemigo a tiempo había sido el mayor error de una organización extendida por media galaxia. Irino Valente le enseño el poder del fuego a una maquinaria lenta y benévola. Bajo su mando la Nueva Federación se convirtió en la potencia más grande de la galaxia a costo de muchas vidas, vidas que sirvieron de cimientos para las generaciones futuras”
Un nuevo salto, esta vez se encontraba en un lugar diferente, se veía próspero y en crecimiento, su gente se veía feliz, segura, confiada. Por una calle aledaña vio pasar un desfile militar que era vitoreado por las multitudes. El pueblo era feliz. Camino hacia la multitud y pudo ver que se acercaba una escuadra militar encabezada por él mismo, escuchaba los gritos de las personas llenas de alegría que se tornaban en abucheos en cuanto el capitán que desfilaba llegaba hasta ellos. A ese Harriman parecía no importarle, le abucheaban, le gritaban, le reclamaban. Trato de volver a la primera calle pero no la encontró, solo pudo ver la cara de T'rel carcajeándose mientras él se encogía en el suelo llorando.

Soltó la mano de T'rel, sacudió la cabeza y dudo antes de tomar la mano de Yvette Picard. No entendía que había visto, ¿era una premonición? Quizás era solamente un mensaje críptico, ¿quería esto decir que la federación estaba en peligro o era una metáfora de su propia vida?, ¿Cómo iba a saber hacia dónde se inclinaba la balanza?

Dubitativo tomo la mano de Yvette Picard.

Estaba en el puente de una nave. La nave había sufrido severos daños, no estaba seguro que fuera una nave federal pero se parecía mucho, algunas cosas se veían muy avanzadas. La pantalla mostraba fragmentos de naves dispersos por el espacio, algunos aun en ardiendo en el vacío espacial. Un cuerpo sin vida cruzó la pantalla y solo entonces se dio cuenta de los muchos cuerpos que flotaban en el espacio. Una nave se veía a lo lejos, brillaba en tonos verdes que contrastaban con las explosiones de los torpedos que disparaban otras naves federales cuyo diseño nunca había visto. Esto no parecía hacerle ningún daño a la nave que parecía tener forma de cubo. Se acercó al timón y retiro al timonel muerto para sentarse e intentar acercar la nave a la batalla para tener una mejor visión pero sus motores estaban muertos. Se movía a la deriva.

Se levantó de la silla y de pronto estuvo en una planicie verde, una pequeña casa se alzaba en el fondo junto a un frondoso árbol de un fruto que no reconoció. Un hombre de color se encontraba sentado en la puerta con un costal frente. Camino hacia él, quería ver su rostro. El hombre se dio cuenta y levanto la cabeza para sonreír. Le invitó a pasar sin decir una palabra. Harriman caminó hacia la casa y entró. Al pasar por el umbral ya no estaba en la casa del hombre, estaba en la sala donde se celebró su consejo de guerra, pero estaba completamente decorada con flores blancas y una mujer con velo lo esperaba frente al estrado.

Harriman se detuvo y el hombre de color le palmeo la espalda para indicarle que debía seguir, al llegar al frente la mujer lo tomo de las manos, el levantó su velo y descubrió el rostro de Marla Miranda que le sonreía. 

Soltó la mano de Yvette Picard con furia.

- ¿Que clase juego es este?, ¡es imposible que eso sea conocimiento!, ¡es imposible que con esos juegos de imágenes yo pueda tomar una decisión!

- La decisión es difícil, pero debe ser tomada – dijeron ambos en coro.

Harriman no se había dado cuenta pero mientras estaba en sus ensueños el grupo había llegado a la cima y se encontraban tras el sin decir una sola palabra.

- John Harriman, debes escoger a qué lado se inclina la balanza. El tiempo ha llegado – Dijo el vulcano

- No, ¿Por qué yo?

- Es necesario que sea alguien que entienda que el sufrimiento no es tu enemigo. Es necesario que sea alguien que es capaz de entender que el dolor puede ser el mayor regalo que alguien pueda recibir – dijo la mujer.

- ¡Estoy cansado del dolor maldita sea!, ¡Estoy cansado de tener que escoger entre mis sueños y los de los demás!, ¡No es justo que me hagan elegir sin darme argumentos!

- Y sin embargo es todo lo que tendrás John Harriman.

Se puso las manos en la cabeza con desesperación.

- ¡Entonces escojo a Marla!, ¡Siempre la escogeré a ella!, ¡No importa el riesgo, no importa el dolor, ella representa el futuro, la esperanza, la vida y eso es lo que vale la pena!, ¡Si ella estaba en esa visión nada más importa porque ella es la que le da sentido a todo!, ¡Al demonio Irino Valente y su estado militar!, ¡al demonio las muertes!
Cayó de rodillas llorando. El grupo pudo ver dos nubes que salían de los cuerpos de T'rel e Yvette. Una azul y una roja, ambas se unieron para formar una especie de portal alrededor del altar donde apareció la sonda que estaba en la Enterprise, solo que esta vez era claro que había una compuerta en ella.

Harriman se puso de pie y del portal salió una hermosa mujer de color rodeada por un brillo ambarino que tendió la mano a Marla Miranda indicándole que se acercara.

- John Harriman, has escogido con el corazón, has decidido que tu dolor no es quien te guía y eso es lo que necesitábamos saber. El dolor o la esperanza, ambos construyen de diferentes maneras y era necesario saber cuál futuro buscar. Escogiste la esperanza en esta hermosa mujer, escogiste vivir para experimentar, no vivir para evitar. Esa fue la elección que nos diste.
Con un gesto hizo que Yvette Picard se levantara y se acercó a ella.

- Realmente el tiempo de la concepción ha llegado Yvette, el tiempo de tu concepción. Fue tu esperanza la que guió a uno de mis hermanos a ti, así como fue la inflexibilidad la que guió a otro de mis hermanos a el – señalo a T'rel que se levantaba lentamente – Ahora debes terminar tu tarea – posó su mano sobre el vientre de Yvette Picard y sonrió.

Extendió su otra mano hacia Harriman mientras sostenía la mano de Marla, el capitán se levantó y la tomo. Ella los llevó hacia la sonda y abrió la compuerta, saco una esfera de material brillante y se la entregó a ambos.

- Este es el Orb del Emisario – dijo con solemnidad – en este orb descansaré hasta que mi pueblo me necesite, solo ustedes sabrán donde se encuentra y así como ustedes han viajado hasta mi hoy, algún día mi hijo me encontrará y entonces regresará la esperanza. 

Se hizo humo y se unió al orb que brillo con más intensidad. Una caja salió de la sonda y envolvió al Orb del Emisario para luego cerrarse en espera de que algún día Benjamin Sisko llegara a buscarlo.

FIN


EPILOGO

13 de Julio de 2305

Yvette Picard se encuentra tendida en una cama de hospital sosteniendo un hermoso niño en sus brazos mientras Maurice y Robert la miran a través de la ventana, ella lo besa con ternura en la cabeza y lo aprieta contra su pecho con fuerza agradeciendo a la extraña mujer que había conocido en Tyree, no se daba cuenta que mientras tanto los profetas la observaban con atención.

- Es una mujer fuerte después de todo.

- Se necesitará mucha fuerza cuando Bajor caiga en el dominio de los Cardassianos.

- Ya tenemos un plan para eso.

- Es necesario.

- Si los bajoranos no aprenden del sufrimiento y del dolor, jamás encontraran la paz.

- Este niño va a sufrir.

- Es necesario también, perder su humanidad lo hará más humano.

- Y es necesario que el emisario aprenda del dolor de la perdida para forjar un carácter férreo.

La habitación desapareció, ahora los profetas estaban de pie en el puente de una nave federal, la USS Saratoga. Un cubo borg se veía en la pantalla, de pronto apareció la imagen de Jean Luc Picard/Locutus of  Borg.

- Bajen sus escudos y rindan su nave – decía un coro de voces -  sus características biológicas y tecnológicas serán agregadas a las nuestras, serán asimilados. La resistencia es fútil.

Benjamin Sisko estaba en la silla de mando y se puso de pie con la entrada del capitán. Los profetas lo observaron con intensidad.

- Existirá aquí.
- Se negará a abandonar su dolor.
- Si no lo hace es posible que el juego ya esté decidido.

La escena cambió una vez más, esta vez Benjamin Sisko se encontraba de pie junto a Kai Opaka quien le sostenía la oreja.

- No encontrará el templo celestial para los bajoranos – decía Kai Opaca – lo encontrará para usted mismo.

Las figuras se giraron dejando los rostros descubiertos para mostrar las caras de Jhonatan Archer, Cristopher Pike, Philippa Georgiu, James Tiberius Kirk, John Harriman, Rachel Garret y Kathryn Janeway, siete capitanes que representaban los mayores valores de la Federación: La curiosidad, el valor, la serenidad, la osadía, la resiliencia, el sacrificio y la constancia. Sobre esos valores deberían construir su nuevo imperio.




Retorno al Puente - Capítulo 15 - Inscripciones

*****
Dos personas estaban sentadas en una mesita de café, su espalda se recortaba en la luz de la tarde. Sorbían lentamente de sus tazas mientras veían al horizonte.

- Han visto el mensaje

- No lo entienden

- No es importante, no deben entender para cumplir su tarea

- ¿Y si no la cumplen?

- Vendrán otros

Uno se levantó y empezó a caminar hacia el horizonte hasta perderse mientras el otro vaciaba su taza y la ponía boca abajo en el plato.

*****

En el laboratorio de ciencias de la Enterprise se hallaban reunidos los Miranda, los Picard, la comandante Noxos y el capitán Harriman rodeando el extraño artefacto que venía en la Hood. Habían aceptado transportarlo a la Enterprise para pruebas adicionales. Pierre se concentraba en la pantalla revisando con atención las inscripciones de la sonda y comparándolas con las del libro. Los Picard se sentían intimidados por los oficiales, apenas entendían lo que pasaba a su alrededor pero querían quedarse. Yvette presentía que algo estaba por ocurrir en algún momento, era una extraña sensación que no provenía de ningún lado pero que era casi palpable.
- Comandante Noxos, entonces, ¿Cómo detectaron este objeto?

- Podría decirse Señor, que fue una detección negativa, simplemente no veíamos nada en los sensores en el punto donde estaba y dedujimos que había algo por la completa falta de información en ese punto.

- Y entonces lo enlazaron con el tractor, y salieron de warp.

- Así es, en un principio pensamos que el objeto viajaba en warp pero al parecer fue atrapado y arrastrado por nuestro campo warp. El objeto no parece tener un sistema de propulsión.

- Y luego iniciaron un registro, determinaron la composición, encontraron las inscripciones y la sangre y decidieron venir a Abrazan.

Noxos estaba incomoda mientras el capitán resumía todo de una manera tan simple.

- Hay algo más capitán, algo que no está en mis reportes – se apretó las manos – verá, cuando toqué por primera vez la inscripción tuve una visión.

Todos se callaron.

- Vi a mi madre en cinta en la casa donde crecí. Iba camino al hospital, me reconoció a pesar de que estaba embarazada de mí, me toco la cara y dijo “El momento ha llegado”.

Pierre se había acercado sin hacer ruido para no interrumpir a Noxos.

- ¿El tiempo de la concepción?

Noxos lo miró con intriga.

- Eso supongo, estaba en cinta y salía teniéndose la barriga como si le pesara mucho.

Harriman cruzo una mirada con Pierre y creyó haber visto un guiño.

- Pero pasó algo más. Fui lanzada hacia atrás y vi como una mancha roja volaba para salir de la nave, atravesando las paredes como si no existieran.

Se escucharon suspiros contenidos.

- Y supongo – dijo Harriman – que sus sensores tampoco la pudieron registrar.

Noxos agachó la cabeza molesta.

- Sé que es difícil de creer capitán, pero es la verdad, no tengo razón para mentirle.

- No Michelle – Harriman cambió su trato porque Michelle se sintió herida por el comentario – Es bastante fácil de creer porque yo tuve una experiencia similar, solo que mi visión era de… - se detuvo indeciso – de alguien muy importante para mí, en nuestro caso la mancha fue azul y no se podía ver en los sensores.
La boca de Michelle dibujaba una O perfecta.

- ¿Vieron ustedes una mancha azul?

Harriman asintió.

- Entonces – dijo Michelle más para sí misma – no puede ser una coincidencia, alguien está jugando con nosotros, alguien nos ha traído aquí. ¿Pero por qué?

- Creo que yo tengo la respuesta, con el fragmento del libro parcialmente traducido he logrado crear una matriz de traducción. Este es el fragmento de la sonda:

El tiempo de la concepción ha llegado
El camino es tortuoso
La luz de la maquina se cierne sobre el hombre
Pero del dolor nace la paz


Y este es el fragmento del libro:

Es tiempo del viaje
Un héroe debe decidir hacia donde se inclina la balanza
Un sabio debe decidir que creer
Y un corazón frio debe calentarse

- Disculpa Papá, eso suena más a un poema que a una profecía.

- No querida mía, es definitivamente una profecía. Michelle ha visto la concepción, los caminos que hemos seguido son muy poco probables, tuvimos que viajar, de hecho los Picard debieron viajar cuando ellos no salen de La Tierra, me gustaría pensar que yo soy el sabio que decide creer y que el capitán es el héroe que debe decidir hacia donde se inclinará la balanza.

- ¡Ay Papá! Bajo esa lógica podríamos hacer cualquier clase de cábala. Podría ser que la concepción se refiera a alguien en esta nave que está embarazada, el camino tortuoso puede semejar una vida difícil y el héroe podría ser solo un niño que sueña con volar. Yo creo que estás viendo lo que quieres ver. Además, faltan algunos elementos en tu análisis impecable. Que es la luz de la máquina, ¿La luz de un motor warp? ¿Y de quien es el corazón frio que debe calentarse?, no papá, no creo que sea tan evidente.

Harriman daba vueltas mientras pensaba.

- No Marla, creo que tu padre tiene razón, no puede ser una coincidencia lo de las manchas roja y azul que no pueden ser detectadas por los sensores. No puede ser coincidencia que al contacto con dos objetos marcados con la misma escritura ubicados a cientos de años luz de distancia produzcan visiones sobre ciertas personas. Yo diría que simplemente no tenemos la imagen completa y creo que eso es lo que nos espera en Tyree.

- John – Marla olvidó el tratamiento militar por un momento – ¿en realidad crees que esto se va a resolver tan fácil? ¿Y si hay un peligro que no vemos? Estamos hablando de una sonda de 700 años de antigüedad que no puede ser escaneada por nuestros sensores. Hablamos de dos manchas indeterminadas que no pueden ser escaneadas por nuestros sensores como si fueran fantasmas, ¿que impide que haya todo un ejército que no podemos ver esperándonos?

- Nada lo impide Marla – Harriman sonrió al llamarla por su nombre – A veces debes creer para ver y creo que has dado en el clavo, quizá no sea fantasma la palabra exacta.

- ¿Espíritus? – preguntó Michelle

- ¿Almas? – Sugirió Maurice

- Algo menos místico – dijo Harriman – seres de energía pura

- Nuestros sensores detectan energía pura John.

- No si la energía está desfasada. ¿Quieres realizar un rastreo subespacial en la sonda por favor?

Marla se aproximó a la consola y empezó a revisar el espectro subespacial, su rostro paso rápidamente de huraño a serio y finalmente a sorprendido.

- En efecto hay una distorsión subespacial concentrada en la sonda, pero esta distorsión no es en todo el aparato, se ubica en el centro, es como una esfera.

- Bueno, es algo que nuestros ojos no pueden ver, y por ojos me refiero a los sensores.

- Hay algo más, la sonda fue datada de hace 700 años, y debió viajar por el espacio todo ese tiempo, sin embargo ¿no les parece demasiado curioso que no tenga una sola marca de polvo estelar? ¡Esta cosa no tiene deflectores!

- Puede que no veamos los daños a simple vista – dijo Oroth participando por primera vez.

- No, ella tiene razón, en la Hood nos llamó la atención lo pulida de la superficie, pero simplemente pensamos que era por la resistencia del material.

- Entonces tenemos un misterio más – suspiro Marla.

El comunicador de Michelle Noxos se activó.

- Comandante, tenemos un problema, el capitán T'rel ha robado una lanzadera y se dirige a Tyree.

Pierre sonrió.

- Muchos dirían que es un vulcano – hizo una pequeña pausa para degustar sus siguientes palabras - de corazón frio.


Continuara...



lunes, 3 de septiembre de 2018

Retorno al Puente - Capítulo 14 - Encuentro

*****
Tres personas caminaban por el pasillo de una nave claramente federal, pero sus ropas no concordaban, vestían ajustados hábitos de monje y de las paredes salía un brillo fantasmal que los envolvía.

- ¿Dónde está el otro, el antagonista?

- Está cerca.

- ¿Qué tan cerca?

- Lo suficiente.
Llegaron a una bifurcación y dos figuras tomaron la izquierda y una la derecha.

*****

Tyree era un sistema binario. Mientras se acercaban pudieron notar que en el sistema solo había un planeta habitable, Harriman no se sorprendió al comprobar que era un mundo desértico, se habría sorprendido de lo contrario. Era un mundo habitable, de altas temperaturas y en su mayoría cubierto por un desierto global que se atenuaba hacia los polos donde la tierra empezaba a tomar tonos de verde, sus polos eran más pequeños de lo habitual y en vez del prístino blanco de La tierra estaban manchados de verde, se alcanzaban a observar algunas masas de agua distribuidas irregularmente por la superficie. No fue una sorpresa comprobar que la atmosfera ionizada de Tyree impedía que los sensores ubicaran algo allá abajo.

Marla se hallaba en la estación de ciencias, Harriman se sentía incomodo por esto, tras su charla con el doctor consideraba que era más que evidente lo que sentía por ella, y por eso se esforzaba por alejarse profesionalmente todo cuanto pudiera. 

- Timón, establezca una órbita alta. Ciencias quiero un diagnostico planetario completo.

La nave empezó a orbitar el planeta mientras Harriman se preguntaba ¿qué demonios tendría que hacer a continuación? Había llegado hasta allí pero no sabía a qué. Hasta ahora todo pasaba en el momento adecuado y no había ninguna razón para esperar algo diferente. Así que dio las ordenes de continuar análisis del planeta y convocó a una junta de oficiales.

En la sala de juntas se encontraban sus jefes de departamento, todos atentos pero algo desconcertados. Teniente Luke Rogers, humano, seguridad. Comandante Borelis, andoriano, operaciones. Teniente comandante Soval, vulcano, Ingenieria. Teniente Marla Miranda, humana, ciencias. Teniente Comandante Jose Shong, humano, médico. Comandante Aaron Wagner, humano, Primer oficial. Las miradas se cruzaban expectantes mientras el capitán mostraba un mapa estelar con puntos azules.

- Estamos aquí - señaló el punto correspondiente a Tyree – hemos realizado este viaje siguiendo una historia – evitó la palabra profecía deliberadamente – Creo que la explicación está aquí en Tyree pero no veo ninguna indicación de como empezar a buscarla. Quiero ideas.

- ¡Que buscamos señor?

Soval como siempre iba al grano, estaba en su naturaleza.

- No lo sé señor Soval, algo que indique una anomalía, algo inusual, algo que no podamos explicar.
- Son parámetros de búsqueda muy amplios. Podría tomarnos días.
- Es probable que así sea, supongo que no habrá problema por ello.
- ¿Como sabremos que hemos encontrado algo? – esta vez era la voz de Wagner quien preguntaba

- No lo sé señor Wagner, pero sospecho que de alguna forma lo sabremos.

- No nos está dando mucho con que trabajar, ¿no cree capitán?

- Lo sé Aaron – cambio el tono del discurso porque sabía que su tripulación necesitaba entenderlo – pero debo pedirles su ayuda, esta vez no puedo decirles más porque yo mismo no lo sé – respiró con fuerza – Me he visto envuelto en esto sin entender bien que está pasando, pero puedo jurarles que si no creyera que debemos estar aquí no habríamos venido. Hemos llegado hasta aquí con indicaciones vagas y solo con nuestra habilidad de interpretarlas. Confió en que sabrán interpretar lo que sigue.

Mientras hablaba se escuchó el sonido del comunicador del capitán.
- Aquí Harriman.

La voz del Timonel se escuchó por el canal.

- Capitán debería venir al puente, una nave se acerca.

La cara del capitán se distendió en una sonrisa.

- Lo ven, al parecer tenía razón.

Salieron todos de la sala.

- Pongan la nave en pantalla.

Todos los oficiales esperaban inquietos cuando una nave clase Oberth apareció en pantalla.

- Teniente Rogers, quiero una identificación de esa nave.

Rogers se acercó a la consola táctica.

- Es la USS Hood, Señor. Una nave científica pero no debería estar en esta zona del espacio, su misión era cartografiar el espacio profundo del sector Typhon.

Las miradas de Marla y Harriman se cruzaron, solo ellos dos entendían que esto tenía que ver con la misión que estaban llevando a cabo, no entendían por qué, pero lo sabían con absoluta certeza.

*****

En el puente de la USS Hood la comandante Noxos se encontraba al mando, el capitán había sido enviado a su camarote por problemas de salud y había confiado a Noxos continuar con la pesquisa de la extraña sonda que había sido registrada completamente sin encontrar nada nuevo, solo les quedaba esta pista del sector Arbazaan.

Habían viajado sin detenerse durante 26 días confiando en que al llegar podrían buscar rastros de la aleación de viterbina de la sonda, estaban rastreando los sistemas adyacentes en busca de este material cuando habían detectado una nave federal en el sistema Tyree. Era la Enterprise. ¿Por qué siempre que algo pasaba la Enterprise estaba envuelto en el asunto?. Noxos había ordenado dirigirse al sistema Tyree y estaban entrando cuando se dieron cuenta de que la Enterprise orbitaba el único planeta habitable del sistema. 

- Abra un canal con la Enterprise.

En la pantalla apareció la cara de Harriman.

- Saludos Capitán Harriman, soy la comandante Michelle Noxos al mando de la USS Hood.

- Hola comandante, ¿Está bien el capitán T'rel?

- Se encuentra indispuesto y ha sido relevado por el médico de la nave, por eso me encuentro al mando.

- Deberían estar ustedes cartografiando el sector Typhoon, y a menos que me equivoque eso queda muy lejos de aquí.

Noxos casi se sintió avergonzada, venían buscando una pista tan débil que no sabía como explicárselo a Harriman.

- Estamos en busca de un yacimiento de viterbina capitán, quizá eso nos dé una pista sobre un extraño aparato que encontramos en el sector Typhoon, solo hemos podido averiguar que el aparato es de una aleación de viterbina con poliduranium.

- ¿Y que los trajo a Tyree?

- Ustedes Capitán, íbamos camino a Arbazaan, allí hay registros del uso ritual de viterbina.

- Comandante, excúseme pero no veo la conexión entre la viterbina y Arbazaan.

- El aparato tenía manchas de sangre y llevaba 700 años en el espacio, no fue detectado por nuestros sensores, no tenía sistema de propulsión y los cálculos de velocidad daban un circulo que casualmente cruzaba con la posición de Arbazaan hace 700 años. Son demasiadas coincidencias.

La cara del capitán se distendió en una enorme sonrisa.

- Así es comandante, son demasiadas coincidencias.

- Además capitán, hay algo más. El aparato tiene una inscripción que aún no podemos descifrar.

La sonrisa se borró de la cara de Harriman.

- ¿Una inscripción?

- Así es capitán, se la estoy transmitiendo ahora.

En la pantalla de la nave apareció una imagen.


Harriman se quedó congelado al reconocer los caracteres. Eran muy similares a los del libro de Pierre Miranda.


Continuara...